
Querétaro
Primero, se realizaron pruebas de continuidad eléctrica en las terminales de los tableros L1, L2 y L3 del sistema de emergencia.
El objetivo principal fue verificar la correcta conexión y funcionamiento de los conductores en todas las fases del sistema.
Posteriormente, se efectuaron mediciones de voltaje en cada línea con el fin de confirmar la integridad del circuito eléctrico.
Los niveles de tensión obtenidos se encontraron dentro de los rangos operativos establecidos, lo cual es favorable.
Además, se llevaron a cabo pruebas de carga con la planta de emergencia marca Cummins bajo condiciones reales de operación.
Durante dichas pruebas, el generador mostró un desempeño estable y sin interrupciones en el suministro eléctrico.
No obstante, se detectó una falla en el abastecimiento eléctrico hacia el tablero de emergencia.
Esta condición representa un riesgo potencial en caso de presentarse una situación crítica.
Por ello, se recomienda la intervención técnica del proveedor Cummins a la mayor brevedad posible,
ya que se requiere un diagnóstico preciso y una solución efectiva al problema identificado.
Primero, se instaló la infraestructura integral de cableado estructurado para los sistemas de seguridad electrónica.
Esto incluye, además, alarmas perimetrales, interiores y circuito cerrado de televisión (CCTV).
El tendido físico del cableado se realizó de forma organizada y segura, cumpliendo con normativas técnicas.
De esta manera, se garantizó el óptimo funcionamiento y la integración adecuada de todos los dispositivos.
A continuación, se montaron sensores de movimiento en ubicaciones estratégicas definidas por análisis de riesgo.
Estas posiciones aseguran una detección eficaz en accesos, pasillos y áreas vulnerables.
Simultáneamente, se instaló y configuró el panel central de alarmas para una gestión eficiente y centralizada.
Este panel permite activar respuestas inmediatas ante eventos o intentos de intrusión.
Por otra parte, se instalaron cámaras de videovigilancia con características técnicas adaptadas al entorno.
Se priorizó la vigilancia en zonas de alto tránsito, accesos, puntos ciegos y áreas sensibles.
Cada cámara fue ubicada según criterios de visibilidad, iluminación y alcance técnico.
Posteriormente, se organizaron los puntos de red con patch panels para identificar y canalizar conexiones.
Además, se conectaron y pusieron en marcha los switches para asegurar una comunicación estable.
Con esto, se consolidó la conectividad del sistema mediante una infraestructura robusta y eficiente.
Luego de la instalación física, se realizaron pruebas funcionales exhaustivas en alarmas y CCTV.
Durante estas pruebas, se verificó la detección de movimiento, la comunicación con la central y el envío de notificaciones.
También se evaluó la calidad de imagen y grabación de cada cámara instalada.
Finalmente, se hicieron ajustes precisos en enfoque, apertura e inclinación para maximizar la cobertura visual.
En conclusión, se logró una red de seguridad moderna, escalable y altamente confiable.
Por último, el sistema quedó completamente instalado, probado y operativo para monitoreo permanente.